lunes, 5 de abril de 2010

Cómo evitar problemas con las lentes de contacto

Las aplicaciones terapéuticas de las lentes de contacto cubren un amplio espectro de patologías de la visión, como la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo, la presbicia, la anisometropía, entre otras.
Las lentes de contacto proporcionan, al mismo tiempo, una agudeza visual y una visión periférica superiores a las proporcionadas por los anteojos comunes. Todo ello a través de una gran variedad de formas y materiales: las lentes pueden ser blandas o rígidas, de uso diario, semanal, mensual de acuerdo a la necesidad de cada caso.
Pero sin embargo, pese al perfeccionamiento continuo experimentado en su producción a partir de la incorporación de nuevos materiales, la utilización de revolucionarios diseños y la aplicación de una serie de modificaciones tendientes a bajar su costo, minimizar las complicaciones resultantes de su uso y proveer de una alternativa terapéutica eficaz para un número cada vez mayor de problemáticas de la visión, las lentes de contacto continúan siendo, en definitiva, un objeto extraño para el ojo humano y su uso incorrecto puede acarrear, por ello mismo, distintos tipos de complicaciones.
Según la doctora Paula Bote, de la Clínica Nano, "entre los problemas más comunes por la mala utilización de lentes de contacto se pueden contar la irritación, molestias y resequedad, reacciones tóxicas, alergias, conjuntivitis, úlceras e infecciones corneales".
En el caso de las infecciones corneales, la doctora Bote indica que éstas generan "dolores intensos y carencia transitoria de la visión", pudiendo llegar en casos severos a producir "la pérdida definitiva de la vista debido a la formación de cicatrices y perforaciones".
Este tipo de infecciones suele ser producto de una contaminación tanto de carácter microbiano, a través de la presencia de pseudomona, como parasitario, a través de la presencia de acanthamoeba, de los materiales utilizados para el cuidado de las lentes.
Para evitar complicaciones derivadas del uso de lentes de contacto, es imprescindible la incorporación de hábitos adecuados relativos a su cuidado y mantenimiento, fundamentalmente aquellos relacionados con su correcta higiene y manipulación. Para ello es también necesario conocer y seguir estrictamente las especificaciones proporcionadas para cada tipo de lente.
Las principales recomendaciones son:
1. No limpiar las lentes con agua, ya que ésta puede contener microorganismos, cloro y otros minerales capaces de dañar tanto los ojos como las lentes.
2. Higienizar siempre las lentes antes de utilizarlas, salvo en caso de tratarse de lentes descartables.
3. Emplear un estuche apropiado para su almacenamiento, el cual debe ser limpiado y dejado secar al aire entre cada uso, incluyendo la tapa de los mismos.
4. Usar las lentes de contacto durante el período de tiempo recomendado. Existen lentes diseñadas para un día de uso, otras por una semana o un mes y es imperioso respetar dicho período específico de vida útil.
5. Manipular con cuidado las lentes de contacto. Al tocar las lentes las manos deben estar limpias y secas. Al entrar en contacto con las lentes se deben evitar jabones con perfumes o aceites, pantallas solares, cremas de manos o quitaesmaltes.
6. En caso de ojos secos o irritados utilizar gotas oculares para humedecerlos mientras las lentes continúen colocadas.
7. Colocar las lentes luego de aplicar el maquillaje y removerlas antes de desmaquillarse. Los cosméticos pueden irritar los ojos, por ello no es conveniente aplicarse sombras o sprays mientras se utilizan las lentes.
8. En el caso de irritación no deben frotarse los ojos. Es preferible sacarse las lentes y limpiarlas con una solución estéril antes de reutilizarlas.
9. En caso de sentir incomodidad, sequedad o dolor debe consultarse a un oftalmólogo.
Juan Manuel Ríos

lanacion.com

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