sábado, 5 de marzo de 2011

Cuando enamorarse enferma

Si bien se trata del estado al que todo ser humano aspira llegar en su vida, hay personas que sufren el estado de enamoramiento debido al padecimiento de trastornos de ansiedad y la similitud de algunas “sensaciones”. Cómo diferenciar un trastorno del flechazo de Cupido Enamorarse es una de las condiciones más deseadas por el ser humano. El estado de enamoramiento es uno de los más placenteros. No es casualidad que se dedique un día al año para recordar a San Valentín, protector de los enamorados, para que vele por el porvenir del romance y por ese ser que fue especialmente buscado y encontrado en la vida.

Muchas sensaciones corporales que se suscitan durante el enamoramiento coinciden con las sensaciones corporales aumentadas que padecen muchas personas que sufren de ciertos trastornos de ansiedad, como el trastorno de pánico, el trastorno por ansiedad social o fobia social y trastornos por ansiedad generalizada”, aseguró la licenciada Gabriela Martínez Castro, directora del Centro de Estudios Especializado en Trastornos de Ansiedad (Ceeta).
El estado de enamoramiento debería ser uno de los más gratificantes, el ánimo es óptimo, la creatividad se incrementa, aumenta la motivación por el cuidado personal, incluyendo el cuidado físico. Pero todo esto se transforma en un problema para las personas ansiosas que confunden los síntomas muy comunes del enamoramiento
“Las sensaciones más frecuentes que sufren estas personas son palpitaciones, temblor, hormigueos o entumecimiento, dificultades gastrointestinales, sudoración, sensación de ahogo o de atragantamiento, suspiros, dificultades en la concentración, atención y memoria, sensación de mareo, vértigo o inminente desmayo y la sensación de caminar como entre las nubes”, explicó la psicóloga especialista en trastornos de ansiedad.
Saber diferenciar
¿Cómo distinguir el simple y sano enamoramiento del cuadro de ansiedad?
“Básicamente, las sensaciones corporales, en ambos casos, tienen el mismo origen fisiológico, y son completamente inofensivas para la salud. En el caso de haber sido atravesado por Cupido, la causa de la ansiedad es más que positiva, pero en el caso de otro tipo de trastorno, la causa es el temor, lo cual no es nada agradable”, destacó Martínez Castro.
Y recalcó que “en caso de que ambos se superpongan, es sencillo diferenciarlos: los trastornos por ansiedad incapacitan la vida de quien los padece, por lo tanto requieren del tratamiento adecuado, en cambio Cupido la enriquece”.
infobae.com

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