domingo, 13 de marzo de 2011

La infancia, sin cuentos ni cumpleaños


Soledad Vallejos
Festejar su cumpleaños, escuchar cuentos, jugar en las plazas, hacer deportes y acercarse a las actividades artísticas. Ser niño significa, entre un puñado de derechos, tener acceso a todas estas oportunidades, clave en los procesos de crianza y socialización. Pero en las grandes ciudades de la Argentina, la cara de la infancia tiene gesto afligido: todo esto, en lugar de crecer, sucede cada vez menos.
A cuatro de cada diez niños menores de cinco años no se les suele contar cuentos; seis de cada diez en edad escolar sólo pueden jugar en una plaza si sus padres lo acompañan; seis de cada diez no suelen realizar actividades deportivas extraescolares y dos de cada diez no festejaron su último cumpleaños.
Estas son apenas algunas de las conclusiones que arrojó el último boletín publicado por el Barómetro de la Deuda Social de la Infancia, de la Universidad Católica Argentina (UCA), en colaboración con la Fundación Minetti y la Fundación Arcor, estudio que registró profundas desigualdades sociales, regionales y de género en los procesos de crianza y socialización de niños y adolescentes de las grandes ciudades del país.
Al celebrarse el 21° aniversario de la Convención por los Derechos del Niño, que se conmemoró ayer, este informe revela, además, que las oportunidades "son claramente desiguales y regresivas a medida que desciende en el estrato socioeconómico, aún en el contexto de significativo progreso macroeconómico que ha experimentado la Argentina en estos últimos años", se indica en la publicación.
Los primeros años
Sobre la socialización en la primera infancia, que va desde el nacimiento hasta los cuatro años, se investigó a partir de indicadores de estimulación emocional e intelectual fundamentales en los primeros años de vida, como son el festejo del último cumpleaños y la lectura de cuentos e historias orales.
"Así como el festejo del cumpleaños es una ocasión en la que el niño es reconocido en un lugar singular y asume la palabra, el estímulo a través de la lectura o la narración de cuentos estimula la imaginación y el proceso de adquisición del lenguaje", señala el estudio, que llegó a estos resultados mediante una encuesta de hogares que se realiza desde 2004 y que, a partir de 2006, incorporó un módulo específico que busca medir el grado de cumplimiento de los derechos del niño.
El diagnóstico presentado en este último boletín se realizó a partir de mediciones de los últimos tres años, con una muestra acumulada de 5708 niños en grandes ciudades del país, como el área metropolitana del Gran Buenos Aires, Rosario, Córdoba, Mendoza, Salta, Resistencia y Bahía Blanca.
"La brecha de desigualdad en la oportunidad de festejar el cumpleaños es muy significativa y regresiva para los niños más pobres -indica el estudio-. Un niño en el estrato muy bajo tiene nueve veces más posibilidades de no festejar su cumpleaños que otro en el estrato medio alto."
Otra conclusión del informe se relaciona con la tendencia creciente a que los niños transcurran gran parte de su tiempo de ocio dentro del hogar y no concurran a espacios públicos. "Esto podría relacionarse con la creciente percepción de inseguridad en las grandes ciudades, en particular en los estratos sociales medio y medio alto", cita el estudio. En tanto que en los hogares más pobres, los niños permanecen "recluidos dentro de la casa realizando tareas domésticas, entre las que se incluye el cuidado de hermanos menores."
Sobre las oportunidades de socialización en los escolares de cinco a 12 años, los espacios de formación alternativos a los que se realizan en la escuela (como clubes, escuelas de teatro, talleres literarios, música y plástica), se constituyen en lugares de pertenencia que ayudan a la formación integral del niño. ¿Qué sucede en este aspecto? Las noticias tampoco son buenas.
"Seis de cada diez niños en las grandes ciudades no realizan actividades deportivas y ocho de cada diez no hacen actividades artísticas o culturales extraescolares", grafica el boletín, que agrega que estos niveles de exclusión se han mantenido sin cambios entre 2007 y 2009. Aquí también hay diferencia entre las clases socioeconómicas, aunque la brecha de desigualdad es menor en el caso de las actividades artísticas y culturales que en las deportivas.
En cuanto a los adolescentes de entre 13 y 17 años, una de las cuestiones analizadas fue el acceso a Internet y a la telefonía celular. "Entre 2007 y 2009, el porcentaje de adolescentes que no utliza Internet ha disminuido." Los progresos en el acceso a la Web fueron significativos tanto para los estratos bajos como altos. No obstante, existen desigualdades y, como siempre, el acceso a las nuevas herramientas digitales está en desventaja para los que menos tienen.
Para que puedan crecer seguros
La Convención sobre los Derechos del Niño fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989. Compuesta por 54 artículos, consagra el derecho de los menores a crecer en medios seguros y a participar en la sociedad. Ayer se celebró su 21er. aniversario.
lanacion.com

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